Hoy, volviendo del trabajo en el coche, he visto una escena que me ha hecho sonreír y me ha llenado de felicidad.
Había una niña de unos 3 ó 4 años con su abuelo en un parque. El abuelo tenía un bote de los que había cuando era pequeña para hacer pompas de jabón. La niña estaba sonriente y radiante de felicidad yendo y viniendo hacia su abuelo.
Me ha despertado una enorme sonrisa ver esta escena y me ha recordado lo bonita que es la infancia y lo que se la echa de menos cuando crecemos.
Cuando eres niño tu vida se centra en disfrutar y ser feliz y los problemas no existen, cuando eres mayor lo difícil es no estar centrados en los problemas que surgen y evitamos disfrutar y ser felices.
Seguro que si miramos la vida con mirada de niños vemos que esos problemas no son tanto como creíamos y vemos que las cosas son más fáciles y sencillas de lo que pensábamos.
Vivamos la vida desde una mirada de niños.
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